La oveja negra de la familia. Y cómo funda un santuario.

¡Nuestra primera entrada en el blog! Como Mekki en realidad es el iniciador de nuestro pequeño santuario merece naturalmente el honor de ser el tema de este primer post :D.

En el verano de 2021, apareció de repente delante de casa, una joven oveja macho, sobre todo de pelaje oscuro. Las orejas sin etiqueta y con su preciosa cola sin desmochar, ¡era una auténtica belleza!

Aunque al principio no se le podía coger, desde el principio se mostró muy curioso, a veces se quedaba en el prado con los caballos del vecino o nos saludaba por la mañana en la ventana de la cocina. Al cabo de unos días, y tras sobornarle un poco con chuches, pude guiarle hasta nuestro terreno vallado.

Rápidamente se hizo amigo de los perros y nos acompañó en nuestros paseos diarios. Le llamábamos Mekki y, si le llamabas por su nombre, venía corriendo con más seguridad que cualquier de mis perros.

También se volvió muy confiado con la gente. A los excursionistas o a otras personas le gusta pedirles en voz alta que le dén algo sabroso o que le hagan mimos, lo que él disfruta casi tanto.

En uno de nuestros primeros paseos, nos cruzamos con una clase del colegio que estaba de excursión. «¡Qué mono! ¿Qué clase de animal es?», preguntó una alumna. «Creo que es una cabra», respondió el profesor.

Poco después, otro excursionista con el que nos cruzamos me hizo la misma pregunta. «También un perro», respondí bromeando. Sorprendentemente, se tomó la respuesta en serio…

Hoy en día, mucha gente tiene poco contacto con los animales, aparte de perros y gatos. Mientras que mucha gente por lo menos aún va a reconocerles, poca gente sabe algo sobre sus características, peculiaridades, comportamiento o incluso sus necesidades. Los llamados «animales de granja», en particular, sufren porque muchas personas buscan irreflexivamente el trozo de carne más barato en el supermercado sin tener en cuenta lo que esto significa para los animales y su bienestar (o mejor dicho su malestar).

Estas experiencias -y el hecho de que Mekki, a pesar de toda su franqueza, también debería tener algunos congéneres como compañía- fueron la razón para hacer realidad el sueño largamente acariciado de un santuario para «animales de granja». Para que algunos de estos animales puedan disfrutar de su vida de forma natural, libre y feliz y haya un lugar más donde la gente pueda conocerlos.

P.s.: La expresión «oveja negra de la familia» viene del hecho de que las ovejas oscuras y negras tienen poco valor para los pastores porque, a diferencia de las ovejas blancas, no se puede obtener lana de cualquier color deseado tiñéndola. Los humanos solemos juzgar a los animales únicamente por su utilidad y valor económico. Mekki dice «¡Bee!» a esto.

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